Por Salomé Martínz
En una conversación exclusiva con PMInternacionalRadio, Lucero Ramírez García, directora general de la Asociación de Sororidad Tanatológica Ana Sullivan AC (ASTAS), compartió la evolución y el impacto de su organización tras 14 años de arduo trabajo en la defensa de los derechos humanos y la justicia restaurativa. Fundada el 19 de mayo de 2010, ASTAS se ha consolidado como un referente en la protección de las mujeres, la educación para la paz y el acompañamiento a grupos vulnerables, desde niños hasta adultos mayores.
Ramírez García recuerda con claridad los inicios de la asociación: “Cuando empezamos, la protección de los derechos de las mujeres aún se estaba ajustando en México. Ya contemplábamos un enfoque hacia estos derechos, adelantándonos a resoluciones internacionales tan importantes como el caso ‘Algodonero'”. Este visionario enfoque permitió a ASTAS establecer un marco de trabajo sólido que ha ido creciendo con los años.
Una de las mayores apuestas de ASTAS ha sido su labor en el ámbito penitenciario, donde ha implementado programas de justicia restaurativa aprobados por la ONU. Estos programas promueven una reconstrucción profunda del individuo, centrándose en la sanación desde el “yo”. “Nuestro enfoque transpersonal busca la restauración interna de las personas que están en conflicto con la ley, especialmente mujeres y jóvenes”, explicó Ramírez García.
La asociación también ha sido pionera en la mediación como herramienta para resolver conflictos, evitando el desgaste de los procesos judiciales prolongados. Según Ramírez, la clave de la justicia restaurativa radica en contar con las herramientas adecuadas para mediar y restaurar el daño. “Este modelo permite a organizaciones como la nuestra actuar como un puente entre el gobierno y la sociedad para resolver conflictos de manera pacífica”, añade.
Con sede en Monterrey, ASTAS ha ampliado su enfoque educativo, recibiendo recientemente una certificación para implementar el método Waldorf, un modelo pedagógico basado en la promoción de la paz. La directora espera que este enfoque pueda integrarse también en el sistema educativo público de México en el futuro.
El compromiso de ASTAS sigue siendo un faro de esperanza en la lucha por los derechos humanos, promoviendo una visión de justicia y paz que se extiende desde los centros penitenciarios hasta la vida cotidiana de las comunidades. Para quienes deseen conocer más sobre esta labor, la sede de ASTAS en la colonia Kennedy de Monterrey ofrece diversos programas de apoyo en tanatología, justicia restaurativa y educación para la paz, destacando su inquebrantable compromiso con la transformación social.
ASTAS – Ana Sullivan, A. C.
Dirección: Avenida Manuel Barragán y Fidel Velázquez, Fraccionamiento Kennedy, Monterrey.