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Las cejas, pestañas y párpados juegan un papel sumamente importante en tu rostro, ya que, nada más y nada menos, forman parte de tus ojos; con ellos miras, lloras e incluso ríes. Los ojos de una persona reflejan muchas cosas, que van desde su estado de ánimo hasta el estilo de vida que lleva. Es por eso que, al igual que cuidas y te preocupas por otras partes de tu cuerpo, las mencionadas anteriormente también requieren de cuidados específicos. Aquí algunas recomendaciones para que te encargues adecuadamente de cada una de ellas.
Las cejas
Su poder de expresión en el rostro es fundamental, de ahí que su cuidado sea tan importante. Deben lucir siempre perfectas, controlando cómo y cuándo hay que delinearlas, elevarlas, acortarlas o simplemente despejarlas.
De los problemas más comunes que presentan están las calvas o zonas despobladas. Para rellenarlas adecuadamente y de manera natural, es necesario, en primer lugar, peinarlas en dirección ascendente utilizando una brocha especial para cejas (con la punta biselada) y aplicar cuidadosamente una sombra del mismo color de la ceja. Debes comenzar por el extremo interior, con brochazos cortos y ligeros, siguiendo siempre su forma natural.
Si sientes que el color de tus cejas es muy obscuro puedes suavizarlo añadiendo una pequeña cantidad de polvos sueltos con una borla.
En cuanto al color correcto para tus cejas, este debe ser lo más similar posible al de tu cabello -los contrastes, además de lucir poco naturales, sin duda rompen la armonía de las facciones-. Para aclararlas, jamás hay que utilizar el mismo tinte que se usa para el cabello. Si tienes las cejas muy claras, oscurécelas con sombras de ojos (sin recargar mucho); recuerda que lo que se busca siempre es una imagen cien por ciento natural.
Las pestañas
Por describirlas de alguna forma, las pestañas son sencillos pelitos “adheridos” a nuestros párpados; sin embargo, lo cierto es que el papel que desempeñan en la expresión del rostro es completamente insustituible, ya que son los artífices de dar la profundidad a la mirada. Tanto si están poco pobladas como si son demasiado cortas o si su color es tan claro que apenas resultan perceptibles, la solución es la misma: aplicar una buena máscara de pestañas. Existe en el mercado una gran variedad de opciones para todos los gustos y necesidades. Incluso puedes encontrar máscaras incoloras con una finalidad meramente tratante. Según el efecto deseado, se pueden aplicar de distintas formas:
- Muchas de las nuevas máscaras incluyen un preparador. Son ideales para dar cuerpo a las pestañas escasas y para asegurar la duración del color por más tiempo.
- A las que no les gusta pintarse los ojos, pueden optar por las incoloras; basta con aplicar la máscara en las pestañas de arriba. Para aquellas que buscan el efecto de no ir maquilladas, deberán optar por un tono no intenso, como el marrón claro, y bastará con aplicar una capa en las pestañas superiores.
- Si necesitas “abrir” la mirada, nada mejor que el rizador de pestañas. Posteriormente, aplica la máscara desde las raíces hasta las puntas en las pestañas superiores. Comienza la aplicación desde el centro, en dirección vertical, mientras que las pestañas laterales deben peinarse con el cepillo en sentido diagonal.
- En cuanto a las pestañas inferiores, deben peinarse hacia abajo o en diagonal con la punta del cepillo aplicador. Aquellas más cercanas al lagrimal no deben maquillarse, ya que el resultado que dan es muy artificial.
Los párpados
Esta zona debe ser cuidada con ejercicios de gimnasia facial, con lo que se ven muy beneficiados. Aquí te describo uno muy sencillo: solo cierra los ojos con fuerza durante cinco segundos, luego ábrelos poco a poco. Repite varias veces. Este ejercicio te ayudará a incrementar el tono muscular, levantar los párpados, evitar la hinchazón y atenuar las patas de gallo.
La mejor manera de disimular las arrugas que hacen que esta zona “caiga” es extender en el párpado la base del maquillaje, difuminando después en toda el área una sombra beige mate muy clara. En la zona que va desde el arco hasta debajo de la ceja se aplica una sombra más oscura en tonos tierra o marrones. Se recomienda prescindir del eye liner y recurrir al rizador de pestañas y máscara; estos son trucos que, sin duda, funcionan produciendo un efecto tensor.