Por Grupo pmnoticias
En España es popular un refrán que dice: “Quien trabaja, come pan; y quien no trabaja, salmón y faisán”. Este es un lamento ancestral de la descompensación o contrastes sociales, porque cuán extraño es que los humildes pasen su existencia en continuos trabajos y padecimientos y no tengan al final del día más que una hogaza y un pedazo de tocino, mientras los acomodados, sin trabajar, dispongan de todos los lujos y placeres. También es extraño que los hombres acomodados inicien las guerras y sean los jóvenes humildes los que mueran en ellas. Del mismo modo, resulta curiosísimo que los potentados posean tierras que los humildes labran; o que habiten palacios que los pobres construyen y adecentan. Dijo Voltaire: ¡Así va el mundo!… Y hasta la fecha.