Por Fanny Martínez
Tras la derrota electoral del 2015 y ante la disminución de las prerrogativas, el PRI de Nuevo León ha puesto en marcha un reajuste de personal, que impacta principalmente en los trabajadores y en algunos directivos, e inclusive se les pone la disyuntiva de seguir pero con la reducción del 50 % del salario.
Integrantes del Comité Estatal que por lógica piden anonimato, dijeron que la idea es reducir al menos en un 50 % el personal, cuyo número de trabajadores entre secretarias, choferes y demás personal oscila en los 150.
En algunos casos con el ingreso de la nueva directiva que ahora encabeza César Cavazos, algunos presentaron su renuncia, pero otros decidieron retirarse cuando se les informó que sus ingresos disminuirán un 50 por ciento.
El partido recibe mensualmente unos 800 mil pesos de prerrogativas que son insuficientes para mantener la planta de empleados, funcionarios y gastos del edificio entre otros.
Estos escenarios se vivieron en el partido tricolor cuando en 1997 ganó el PAN con Fernando Canales, la gubernatura.
Algunos trabajadores y directivos no se han ido y buscan que se les otorgue una indemnización, aunque se ve difícil debido a que el partido tampoco ha otorgado IMSS y otras prestaciones a quienes ahí laboran.