Por: Fanny Mtz
“El papel que juega la Suprema Corte de Justicia de la Nación es lograr que los derechos humanos sean plenos y, en esa medida, ir destrabando todas las barreras hasta lograr esa armonía social”, afirmó la ministra Ana Margarita Ríos Farjat, en la Universidad de Monterrey.
La presidenta de la Primera Sala de la SCJN impartió la conferencia magistral Quehacer de la primera sala de la SCJN, esta tarde en la Sala del Claustro Universitario de la UDEM, ante estudiantes, profesoras y profesores de la Escuela de Derecho.
En la conferencia, estuvieron presentes Arturo Azuara Flores, director de la Escuela de Derecho; y Alejandra Cacciavillani, directora del Departamento de Derecho.
Ríos Farjat explicó que los temas que aborda la Primera Sala implican asuntos civiles, penales o familiares.
“La cantidad y la sensibilidad de los asuntos de esta Sala toca a toda la sociedad, porque a todos nos importa nuestros derechos de filiación, derechos de herencia, derecho a un nombre, a la personalidad, a la libertad, el impacto de las decisiones de la Primera Sala es muy profundo en términos de derechos humanos”, estableció.
A pregunta expresa, la también impulsora del Sistema Anticorrupción en Nuevo León destacó que existe compromiso de la Suprema Corte por promover energías limpias y garantizar los derechos ambientales, incluso cuando el daño aún no se ha consumado.
“En materia medioambiental, no es necesario que exista un daño para frenar (acciones o proyectos), sino tan solo con que el daño sea potencial, se pueden tener medidas precautorias”, indicó.
Ante la pregunta de un estudiante, Ríos Farjat sugirió replicar en las universidades el mismo protocolo de género con que la Suprema Corte resuelve los casos y siempre partir de la premisa de no descartar la denuncia hecha por una mujer.
La exjefa del Servicio de Administración Tributaria señaló que, en las universidades, debe haber siempre un acompañamiento ante cualquier sombra de posible abuso.
“Partir de que si hay una situación desequilibrada, encontrar por qué, recabar pruebas, acompañar a la persona, no desestimar lo que diga, porque muchas veces, en situación de víctimas, no todos procesamos igual las afectaciones a nuestras personas”, indicó.
La ministra destacó la importancia de las pruebas para un estado de derecho, porque la calumnia se puede presentar en muchas situaciones: “caer en que todo es calumnia no es correcto, pero tampoco podemos pensar que la calumnia nunca se va a asomar en situaciones así”.
“El rol de la Universidad como un segmento de la sociedad es dejar la libre expresión de todas las personas y un acompañamiento siempre ante cualquier sombra de posible abuso”, sostuvo.