Por pmnoticias.tv
La pandemia trajo consigo una nueva realidad que nadie se esperaba, pero dentro de estos cambios tan radicales, en la comunidad de la Universidad de Monterrey destacan: el aumento de la creatividad, la autosuficiencia y la resiliencia.
La UDEM tuvo que adaptarse a una modalidad completamente en línea para proteger la salud de sus alumnos, profesores y colaboradores, aunque el cambio inicial fue retador, la calidad académica no fue comprometida, sino que potencializó otros aspectos del aprendizaje y la enseñanza, incluso en aquellas áreas más prácticas.
Es por esto que tres profesores de las áreas más prácticas de la UDEM comparten su experiencia con esta nueva modalidad a distancia, la cual -se espera- se torne en un formato híbrido una vez que las autoridades sanitarias de Nuevo León lo permitan.
Laboratorios a distancia
“En Medicina, definitivamente, se necesita del contacto con los pacientes, pero, por obvias razones, no pueden ir los alumnos al hospital, pero son los lugares donde más riesgo hay de contagio. Entonces, lo que hicimos fue apoyarnos en el laboratorio de simulación, en donde tienen diferentes maniquíes, que hacen todas las funciones de una personas: lloran, gritan, tienen hipertensión”, compartió Jesús Daniel López Tapia, director de la Escuela de Medicina.
El doctor recalcó que incluso en estas simulaciones clínicas se respeta la sana distancia, se evita la aglomeración de personas y se utilizan todos los métodos de protección. Además, se ha profundizado en el estudio de casos clínicos, en el que el profesor discute con sus estudiantes análisis, síntomas y posibles tratamientos.
“Esto hace que exista un razonamiento, más que una memorización. Ya no se aborda la típica pregunta ‘¿qué es el infarto al miocardio?’, sino que a partir del caso clínico todos empiezan a opinar. De esta forma están haciendo el ejercicio clínico mentalmente”, aseguró.
Aprovechamiento de las tecnologías
Otro de los métodos de aprendizaje práctico a distancia que ha ayudado bastante a profesores y alumnos, no solo en Medicina, sino también en la Escuela de Odontología es la telemedicina, en el que un experto trata a una persona y los estudiantes lo observan en línea, siempre cuidando la privacidad y los deseos del paciente.
“Lo que estamos haciendo es que el docente transmita, utilizando un microscopio dental, lo que él ve al alumno y que éste guíe el procedimiento. Es decir, el estudiante le dice al profesor qué hacer, el paso a paso del procedimiento”, señaló Alfredo Salinas Noyola, director de la Escuela de Odontología.
De hecho esta práctica se empezó a fomentar desde que empezó la pandemia, pues aunque los alumnos no pueden ir al campus UDEM, los profesores y pasantes siguieron atendiendo en la Clínica de Atención Dental Avanzada (CADA) y la Clínica de Prevención Dental (CPD) de la Universidad.
De igual manera los profesores del Centro Roberto Garza Sada de Arte, Arquitectura y Diseño han ajustado sus estrategias para seguir enseñando a sus alumnos de forma digital. Incluso, se les ha brindado equipo especial para que los estudiantes puedan apreciar diferentes prácticas desde diferentes ángulos hasta los detalles más delicados de un dibujo.
“Hemos aplicado diferentes estrategias. Lo primero que se hizo fue crear tutoriales de las prácticas y las actividades de algunas de las clases, sobre todo en las clases de Materiales. Son videos en los que el profesor, paso a paso, explica la práctica”, indicó Leslie Olán, directora del departamento de Arquitectura y Ciencias del Hábitat.
Asimismo, se le dio acceso remoto a los estudiantes para que pudieran usar programas de diseño especializados del Centro Roberto Garza Sada.
Aprendizajes de la pandemia
Aunque verdaderamente fue todo un desafío adaptarse a una modalidad de enseñanza y aprendizaje en línea en medio del semestre de Primavera 2020, los alumnos están conscientes que estas medidas son preventivas y para la protección de toda la comunidad UDEM.
Mientras que los retos más comunes con los que se toparon los profesores y alumnos fueron los problemas de conexión, la fatiga mental y la diferencia de horario, puesto que algunos alumnos regresaron a sus estados de origen.
Sin embargo, y de manera inesperada, en la nueva modalidad el doctor Salinas Noyola observó que los alumnos trabajaban en hacer las cosas bien en el primer intento, ya que no tienen un instructor que los corrigiera en el proceso.
“Los veo muy aplicados en la autogestión, porque esto les va a ayudar. Cuando eres dentista trabajas tu solo y hay que verlo de una manera formativa, no solo académico”, comentó el profesor.
“Los tutoriales se van a tener que quedar. Normalmente en una clase de software o de materiales, vas a la práctica, te lo enseña el maestro, te vas a tu casa y si se te olvidó algo puedes ver tus notas o lo que te mandó el maestro, pero no estás viendo un ejemplo, no se te quedó grabado. Es por esto que se va a quedar, porque los chicos se pueden regresar a verlos si tienen alguna duda y pueden hacer sus prácticas con más detalle. Por otra parte, los alumnos se han puesto muy creativos; incluso han estado reciclando objetos de sus casas para sus proyectos, en vez de comprar y comprar”, señaló por su parte Olán Benítez.
Ciertamente, una modalidad de aprendizaje completamente en línea no es lo ideal para algunas carreras; no obstante, el profesorado se ha asegurado en que ningún estudiante se quede sin aprender una lección, como en ciertos casos que se están planeando talleres especiales una vez que pueda regresar al campus. Inclusive, se planea que algunas de las prácticas como la creación de tutoriales a los que los alumnos se puedan referir asincrónicamente y ofrecer la opción de llevar clases teóricas en línea.
“La universidad nunca se detuvo. A pesar de la situación estamos saliendo adelante”, aseveró López Tapia.