Por pmnoticias.tv
De acuerdo con Josep Ligorred Perramón, el patrimonio es un reflejo de la historia comunitaria que se distingue de cualquiera otra y los elementos –tangible o intangibles– que lo conforman ofrecen la oportunidad de medir los logros sociales y la posibilidad de superarlos.
“El patrimonio es un reflejo de la historia comunitaria: si está en ruinas, pienso que mi pasado está en ruinas; pero si está arreglado y valorado, entonces, digo: si aquellos antiguos pudieron lograr eso, ¡qué no podré lograr yo!”, expresó.
El profesor de tiempo completo de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán ofreció la tarde del miércoles la videoconferencia Centro histórico de Mérida. De la ancestral ciudad maya de T’ Hó {Jo’} a la ciudad del siglo XXI.
La ponencia se desarrolló dentro del ciclo La Conquista, 500 Años, un programa conjunto entre la Universidad de Monterrey y el Museo de Historia Mexicana, bajo la coordinación de Bertrand Lobjois, profesor de la UDEM.
En referencia a iniciativas que establecen ciudades con sus sitios arqueológicos e históricos, el investigador de origen español afirmó que “todos los proyectos son posibles”, incluso puede haber ejemplos de muchos trabajos de este tipo en el mundo.
“La calidad de los proyectos depende mucho de cómo se valore al propio territorio y los elementos patrimoniales de ese territorio; (…) esta importancia de integrar lo que tiene un valor histórico y arqueológico tiene que ver con el pasado de las ciudades, de los pueblos; tiene una dimensión regional, territorial; entonces, valorar esto en cualquier proyecto es lo fundamental”, enfatizó.
Ligorred Perramón propuso un modelo de gestión en la activación del patrimonio con la participación de actores como gobiernos, academia, tercer sector y la población en general, así como la sinergia con organismos internacionales.
“Estos actores junto con organismos internacionales deben tener una participación y una coordinación entre ellos, que pueden permitir tanto el estudio como la protección y la difusión de todo este pasado, y la incorporación del patrimonio arqueológico en las áreas históricas”, expuso.
Agregó que, con su recuperación y la gestión coordinada de los productos culturales que integran el patrimonio arqueológico, histórico y natural de los pueblos y ciudades actuales, se daría un paso importante en el proceso selectivo de la construcción de un paisaje urbano con identidad milenaria.
“Esto nos lleva a conceptualizar el patrimonio arqueológico y el paisaje cultural como una construcción colectiva y dinámica; el proceso en el que entran en juego todas estas percepciones e intereses parecen tan difíciles de congeniar”, reconoció.
Hizo una comparación con el psicoanálisis, ya que Sigmund Freud dijo que él hacía “arqueología del alma”: al “sacar a la luz los traumas históricos podía curar a las personas”, de la misma manera con que la arqueología opera con la sociedad.
Ligorred Perramón codirigió el proyecto de Prospección Arqueológica del Centro Histórico de Mérida, con investigadores de la UNAM; ha participado en diferentes proyectos arqueológicos internacionales y nacionales, específicamente en la zona maya y, actualmente, es miembro del Sistema Nacional de Investigadores.