Por Fanny Martínez
El posible incremento del 6 al 10 por ciento en el impuesto sobre premios, ha desatado una lucha entre los diputados y casineros de Nuevo León, quienes amenazaron con ampararse si no toman en cuenta sus opiniones.
Luego de que en días pasados las bancadas del PAN y Movimiento Ciudadano presentaron dos iniciativas para incrementar el porcentaje de dicho gravamen y la designar el 30 por ciento del mismo para el rubro de seguridad municipal, la Asociación de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuestas (AIEJA) respondió presentando una iniciativa para pedir que el impuesto se mantenga en un 6 % y el 33 % se destine a labores sociales.
Al presentar el documento en la oficialía de partes del Congreso, Miguel Ángel Ochoa, representante de los casinos, indico que a nivel federal cumplen con el pago de impuestos y que un aumento en el estado podría tener serias repercusiones y afectaciones por el alza del dólar.
Por este concepto, dijo que a nivel federal los casinos pagan 5 mil millones de pesos y en el estado la suma es de 500 millones, lo cual podría agravarse si se aprueba el aumento al 10% que proponen los diputados.
“Hoy somos una alternativa financiera, tan la generamos que hoy en día viene esta iniciativa, pero no queremos que nos ahoguen, no nos parece, lo que estamos intentando con esta propuesta es generar o negociar propuestas que beneficien a Nuevo León”. “Lo que queremos es no un impuesto que mate al sector, sino que la propuesta va en el fondo de entregar un porcentaje del 6% a la economía del Estado, y del cual un 33% se vaya a un fondo social que pueda beneficiar a los municipios“, sostuvó Ochoa.
Miguel Ángel Ochoa, mencionó que buscaran la apertura de más salas, debido a que de los 42 casinos que había en el estado actualmente solo operan 21 y el resto fueron cerrados tras los lamentables hechos del Casino Royal.
Para finalizar, agrego que también estarían dispuestos a negociar un impuesto para que se pueda fumar en los casinos, debido a que no se ha logrado homologar la ley del estado con la federal, misma que permite en otros estados el consumo de cigarro en restaurantes y centros que cuenten con espacios acondicionados para los fumadores.
