Por Grupo pmnoticias.tv
19 de octubre de 2016. Nunca es una disyuntiva visitar Ixtapa o Zihuatanejo. Ambos son complementarios al recorrido del Triángulo del Sol del estado de Guerrero, junto con Acapulco y Taxco. Son pueblos gemelos, separados por sólo 6 kilómetros de carretera, aunque con personalidades muy distintas.
Ixtapa fue una plantación de cocos; ahora es sede de hoteles, restaurantes y boutiques. Zihuatanejo dejó de ser un modesto pueblo de pescadores para convertirse en el destino preferido por el viajero bohemio que disfruta de sus calles sinuosas flanquedas por restaurantes, música y tiendas de artesanías.
Ixtapa-Zihuatanejo tiene los beneficios de un doble destino: el doble de playas, el doble de servicios turísticos y el doble de puntos de atracción. El ir y venir entre una y otra se puede hacer en transporte local, taxi o en un coche alquilado.
El destino garantiza 300 días de sol al año y posee muchos nichos verdes de vegetación que en buena parte son áreas protegidas. Aquí todavía prevalecen los esteros con sus aves y las caminatas por la selva tropical.
Al norte de la zona hotelera de Ixtapa está Playa Linda, famosa por hacer honor a su nombre y por su oleaje medio y arena gruesa. La mayoría de los hoteles están a unos metros de la playa. La decisión de disfrutar de la alberca o el mar sólo implica caminar unos cuantos pasos, siempre teniendo un cómodo camastro a la mano y una bebida refrescante en la mira.
Los atardeceres se aprecian mejor en la Marina Ixtapa que destaca por su muelle para más de 500 embarcaciones. Desde aquí se toman lanchas para ir a la Isla de Ixtapa, cuyas aguas son lo suficientemente claras para practicar el buceo y el snorkel. Otra alternativa es la visita al delifinario y al Parque Ecológico de Aztlán cuya gran atracción es un estero repleto de durmientes cocodrilos.
En la parte de Zihuatanejo o “Zihua”, como le llaman cariñosamente sus pobladores, está Playa Las Gatas, pedazo del Caribe insertado en aguas del Pacífico. Para llegar hasta ahí hay que tomar una lancha. Esta zona es ideal para los niños o para los que no saben nadar debido a sus bajas olas. Aquí también se hace snorkel en un arrecife ubicado a 10 metros de la playa donde se pueden ver erizos, corales y tortugas.
La variedad de hospedaje en ambos destinos abarca desde los muy económicos, hasta los de Gran Turismo y Categorías Especiales. Se tienen registradas 6 mil 500 habitaciones distribuidas entre los diferentes hoteles, suites, villas y el famoso modelo de tiempo compartido.
A la gente de Zihuatanejo se les conoce como “sanca” que significa “amigo”, por lo que, no es de sorprenderse el escuchar: “Mire sanca, que va a querer de comer…”. La respuesta es infinita en los diferentes restaurantes ubicados en el Paseo del Pescador: tacos de mariscos al pastor, cebiche y las famosas tiritas de Zihuatanejo que es pescado marinado en limón con cebolla morada y picositos chiles verdes.
También el binomio del destino llegó a la comida con el platillo de Seafood Plate Special, una especialidad que ofrecen algunos restaurantes, para un mínimo de dos personas y servido con un poco de todo: dos tipos de pescados, dos de camarón, dos de langostinos, dos de jaibas, dos de pulpo y un molcajete de arroz. La digestión de este festín se ayuda bebiendo una agüita de coco. Al final de la jornada, se estará convencido que el descanso puede venir multiplicado por dos.
3 imperdibles
- Realizar tours de buceo en Piedra Solitaria, Sacramento y Cueva de la Gata. En Playa Larga, muy de mañana, se pueden ver delfines cerca de la costa.
- Jugar en el green en Palma Real, un campo de golf de 18 hoyos que cuenta con la instrucción de maestros en caso de que se cuente con la habilidad de un
- Excursionar a los Morros de Potosí, enormes rocas blancas que se han convertido en refugios de pelícanos y gaviotas. Bajo el mar, hay una red de cuevas, arcos, paredes y túneles que hacen única una experiencia submarina.
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