También rechazan cuentas públicas de Rodrigo Medina y piden diputados sigan acciones legales en su contra

 

Por Maricela Hernández

Por unanimidad de 41 diputados, fueron rechazadas en una acción histórica las cuentas públicas dele x gobernador Rodrigo Medina de la Cruz, en sesión extraordinaria del Congreso de Nuevo León.

Asimismo, se instruyó  a la Auditoría para que continúe con las acciones legales y administrativas que correspondan.

La diputada del PRI, Patricia Salazar, se excusó de participar en el debate y votación por haber ocupado un cargo administrativo en la administración de Medina.

Laura Paula López, integrante de la Comisión de Hacienda del Estado, presentó al Pleno el dictamen en rechazo de la cuenta pública del Gobierno central del 2014, correspondiente a la gestión del ex gobernador priista, y luego de 32 minutos de debate, ésta fue rechazada por unanimidad.
“Se tienen por conocidas las observaciones de la Auditoría Superior, en donde hay 11 pliegos presuntivos de responsabilidades, además de observaciones en obra pública donde hay montos considerados como una afectación al patrimonio del Estado, y debido a que implican una administración deficiente, la cuenta pública del 2014 del Gobierno del Estado no es susceptible de aprobación y se rechaza”, dijo la panista.

El daño al erario del Estado es del orden de los 4 mil 500 millones de pesos, hubo falta de probidad, además operaciones omitidas por más de 10 millones como los incentivos a Kia Motors, pagos a contratistas por obras no realizadas y gastos excesivos en publicidad, entre otras observaciones, expuso Laura Paula Lopez.

Para el diputado Marcelo Martínez, debe resaltarse que es la primera vez que se le rechaza una cuenta pública a un ex gobernador o Ejecutivo en funciones.

En tanto Jorge Blanco, de la bancada independiente, consideró histórico el rechazo de estas cuentas y pidió que se recupere lo robado, y que los culpables paguen con cárcel.
Por su parte, Sergio Arellano, del PT, dijo que estaba haciéndose bien el trabajo y demostrando que no son paleros ni títeres de nadie, sino gente profesional que actúa conforme a criterios técnicos y no de buena o mala voluntad.

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