Por Fanny M
• Actualmente, más de 350 millones de personas en el mundo padecen de algún trastorno depresivo, de acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estos trastornos se dividen en dos cuadros: depresión resistente o refractaria. Este último, de acuerdo a la especialista Lucía Amelia Ledesma Torres, Neuropsicóloga Clínica adscrita al Servicio de Psiquiatría en la División de Neurociencias del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre” del ISSSTE, puede tener mejoría con la colocación de un marcapasos cerebral, orientado a disminuir o contrarrestar los síntomas.
Hasta el momento nuestra institución ha beneficiado a 15 pacientes con este padecimiento. Si hubieran tenido que atenderse en el sector privado, “nada más en su intervención quirúrgica habrían tenido que pagar 350 mil pesos, aproximadamente”, subrayó la doctora Ledesma, especializada en Psicoterapia Racional Emotiva Conductual en el Instituto Albert Ellis de Nueva York, y en Psicopatología y Estimulación cognitiva del daño cerebral por la Universidad Complutense de Madrid.
El protocolo para ellos incluye una evaluación de psiquiatras, psicólogos, neuropsicólogos y otros especialistas vinculados a las neurociencias, quienes, en un Comité Interdisciplinario, dictaminan si se trata de un caso de depresión resistente o refractaria.
En México, hasta el 20 por ciento de la población adulta, considerada entre los 18 y 65 años de edad, puede estar experimentando un trastorno depresivo que, de no atenderse oportunamente, sus consecuencias podrían ser mortales.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la manifestación de tristeza casi todo el día, al menos durante dos semanas; puede ser leve, moderada o grave y extenderse a través del tiempo. La persona puede llegar a registrar, además, dificultad para experimentar delicia (anhedonia) por las cosas placenteras, y problemas al iniciar o continuar su vida diaria: ir a la escuela, al trabajo, o realizar las labores del hogar.
Sus causas son biológicas, psicológicas y sociales. Las primeras tienen que ver con un descontrol en los principales neurotransmisores (Serotonina y dopamina) vinculados al estado de ánimo, y su factor es hereditario. Las psicológicas están relacionadas con la personalidad, y en las sociales entran las dificultades económicas, laborales o familiares que se suscitan prácticamente en la vida de todo individuo.
Es la división de Neurociencia en donde se atiende a derechohabientes con depresión refractaria (resistente a múltiples tratamientos). Hablamos de un 30 por ciento de los pacientes que presentan síntomas depresivos de alta gravedad. Son ellos quienes tienen de 3 a 5 años de evolución y no responden a indicaciones convencionales, por ello, son candidatos ideales al marcapasos cerebral orientado a disminuir o contrarrestar los síntomas depresivos de alta gravedad.
Recomienda a los derechohabientes del ISSSTE que, ante cualquier sospecha de síntoma relacionado con la depresión, acudan a su clínica correspondiente para iniciar el proceso de evaluación y los protocolos de atención adecuados.
De esta manera el Instituto atiende el compromiso institucional de otorgar atención de calidad a su derechohabiencia, tal como lo estipula el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 en su eje transversal México Incluyente, que impulsa el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, para beneficio de los trabajadores y sus familias.
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