Aplausos y amistad para Carlos el “Cuate” en la Colonia Rafael de León

Por Fanny Martínez

Como una persona con espíritu de servicio, fue reconocido el candidato del PRI a la alcaldía de Cadereyta Jiménez, Carlos “el cuate” Rodríguez por más de 200 vecinos de la colonia Rafael de León durante un bingo celebrado este viernes por la tarde.

En un ambiente festivo y arropado por decenas de personas de dicha colonia, que además tiene un significado especial ya que lleva el nombre del bisabuelo del candidato, Rafael de León, quien fuera dos veces alcalde de Cadereyta Jiménez.

Porras y gritos entusiastas recibió de parte de los ciudadanos, en su mayoría mujeres, quienes llenaron el espacio reservado para ésta actividad y ni siquiera la lluvia que se dejó sentir en diversas partes del municipio jimenense impidió que la gente llenara el lugar.

Aunque joven de edad, el candidato no es un improvisado ya que tiene experiencia en el sector público y así quedó demostrado con los vecinos de dicha colonia, quienes lo reconocieron como un joven político con vocación de servicio.

Los vecinos del sector en su mayoría mujeres se reunieron alrededor de las 18:00 horas en calles de la colonia, donde no sólo disfrutaron del bingo sino que a la llegada del candidato lo recibieron con los brazos abiertos, brindándole una cálida bienvenida a él y a su esposa, Aleida Montemayor.

Además de su esposa, el candidato fue acompañado por su madre, Doña Olga Gómez, a quien también hicieron sentir como en casa.

Aldo Guerrero, un conocido vecino del sector, fue el encargado de dar la bienvenida al “cuate” Rodríguez y quien refrendó su apoyo al candidato.

En su oportunidad para dirigirse a los vecinos de la Rafael de León, Rodríguez ofreció seguridad ya que es una de las problemáticas que más inquietan a la ciudadanía.

“Tenemos que cambiar, no estoy conforme, los elementos policiacos tienen que respetar a nuestra gente para que pueda haber confianza hacia ellos”, dijo.

Al terminar el bingo, la gente se acercó al candidato no sólo para comentarle inquietudes, sino sobretodo para saludarlo, tomarse una foto e incluso hasta bailar con él ya que el ambiente que imperó fue de fiesta.

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