El pastel que reparten el PAN y el PRI en esta fiesta electoral, es grande, pero no lo suficiente para que todos sus invitados alcancen una rebanada. Hay muchos damnificados, tricolores y albiazules, peces gordos, populares, con trayectoria partidista como lo son Aldo Fasci y Fernando Margain.
Por más que Margarita e Ivonne quieran tapar el sol con un dedo, humanamente es imposible que eviten la desavenencia, exasperación, cólera y la segmentación en sus respectivas militancias.
Y es que en vez de descentralizar el poder trasversal y regionalmente, lo centralizaron a tal magnitud que estas instituciones políticas se convirtieron en monopolios al servicio de clubes de tobies; tomaron de rehén la doctrina institucional, lucran con sus principios e ideales. Rumbo a las elecciones de Junio del 2015, observamos en la coyuntura vigente que el principal enemigo a vencer de Margarita Arellanes no es Ivonne Álvarez, sino su propio partido político.
Y por si fuera poco, encarar a Felipe de Jesús Cantú. ¿Pudiera existir un romance político entre el ex alcalde de Monterrey y la ex delegada de SEDESOL?. ¡Es pregunta!. Y por otro lado, Ivonne Álvarez antes de pensar en el candidato del PAN, tiene que enfrentarse a la descomposición del PRI que apenas empieza. La reunión de Ivonne Álvarez con Aldo Fasci fue para que la candidata tricolor le suplicara al ahora ex presidente del PRI municipal no exhiba los trapitos sucios del PRI, a cambio de un hueso si llega, claro está, al palacio de cantera.
Ante este surami tricolor, los estrategas pudieran considerar la alternativa de negociar con el Bronco y que salgan juntos a escena, levantándose mutuamente los brazos. Si bien dice el refrán,
“con tal de conservar el poder, no importa entregarle el alma al diablo”.